El futuro no son las contraseñas, sino la biometría. Proteger nuestras cuentas y dispositivos cuando navegamos por la red es algo imprescindible hoy en día. Son muchos los ataques que podemos sufrir. Los datos biométricos son características físicas y patrones que nos diferencian del resto. Aunque nuestras contraseñas sean seguras, lo cierto es que los piratas informáticos pueden utilizar muchos métodos para robarlas. Hablamos de ataques Phishing, keyloggers, diccionarios de fuerza bruta… Al final, de una u otra forma, podemos correr el riesgo de que accedan a nuestra cuenta con claves tradicionales.

No hay dudas de que autenticarnos a través de datos biométricos es más cómodo. No vamos a tener que recordar múltiples contraseñas, ni hacer uso de gestores de claves. Simplemente debemos iniciar sesión con nuestra huella o reconocimiento facial y listo. Esto aporta un gran valor a los usuarios.

Pero además de esto muchos investigadores de ciberseguridad creen que es el futuro porque tiene menos riesgos que las claves tradicionales. Es una manera mucho más fiable de identificarnos y que además con el paso del tiempo perfeccionará e irá a mejor.